En Navidad de 2008 la iglesia católica
caldea de Al Qaleb Al Aqdas (Sagrado Corazón) de Bagdad recibía ciento
de cristianos de todas las denominaciones, que disfrutaban en la calle
con la decoración navideña pese a la violencia civil entre sunitas y
chiitas; esa escena fue imposible en la Navidad de 2014.
En
2004 había 350 iglesias en Irak, en 2014 solo quedan unas 40; 200.000
cristianos fueron desplazados del norte de Irak por el Estado Islámico,
unos 400.000 cristianos son refugiados internos en rústicas tiendas de
Irak, con escasa asistencia alimentaria, sanitaria, educativa y
perseguidos, como explica Monseñor Francis Kalabat, obispo que atiende a
los 175.000 caldeos católicos de Norteamérica.
En
el Bazaar Neshtimony de Bagdad, cerca de la iglesia de Mar Elia (San
Elías) el veterinario cristiano Rabi Soran hospeda 300 familias
desplazadas. El gobierno de Irán ha enviado a sus fronteras la ayuda
alimentaria a los cristianos, contando con el apoyo del parlamentario
cristiano Yonatan Betkolia, representante de la comunidad asiria y
caldea en el Parlamento de la República Islámica de Irán.
Solo
diez cristianos de Sinjar llegaron a Kirkuk, de los demás no se tiene
noticias; en Erbil los cristianos se concentran en Ankawa, el suburbio
cristiano de la ciudad, y cuya comunidad recibió una llamada telefónica
del Papa Francisco en diciembre.
El gobierno de Irak no presta ayuda
humanitaria a los desplazados, a Erbil y Mosul solo llega ayuda de la
ONU, UNHCR, PAM (Programa Mundial de Alimentos), Iglesia Católica y la
ONG Visión Mundial; armas y hombres siguen llegando a los terroristas.
AICA.
El sacerdote argentino Luis Montes, párroco de una de las comunidades
católicas de Bagdad, Irak, celebró la Navidad junto con su comunidad y
relató las vivencias que generó esta fiesta en la comunidad, en medio de
la persecución que viven los cristianos. El sacerdote, misionero del
Instituto del Verbo Encarnado (IVE), contó que “había gente que lloraba
emocionada” al escuchar el mensaje que el papa Francisco dirigió a los
cristianos de Medio Oriente.
A
través del sitio de Facebook “Amigos de Irak”, el padre Montes dijo que
debieron agregarse tres misas a las usualmente celebradas. Una de ellas
fue en árabe y estuvo dedicada a los refugiados que se encuentran en
una escuela de la capital iraquí. “El mensaje que envió el Papa
Francisco envió tuvo mucha fuerza porque, si bien iba dirigido a todos
los cristianos de Medio Oriente, tenía una especial significación para
los que han perdido todo a causa de la persecución”.
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