Sin embargo, septiembre de 2013 no fue tiempo de celebración para los cristianos, pues Juhbat Al Nusra, el grupo islamista más grande y leal a Al Qaeda, el mejor organizado y con miles de integrantes, atacó desde el 4 de septiembre la montaña al Ejército sirio y en octubre tomó el Hotel Safir, matando 13 personas y decenas de heridos.
Los islamistas ametrallaron las iglesias de San Jorge y San Elías, destruyeron la cúpula del monasterio greco-catolico (melquita) de San Sergio y San Baco, atacaron viviendas cristianas y amenazaron a los cristianos de muerte si no se convertían al islam; numerosas familias cristianas se desplazaron a las parroquias de Damasco, así como los musulmanes (solo 50 personas permanecieron en la ciudad).
El 4 de septiembre entre las víctimas cayeron Sarkis el Zakhm, Mikhael Taalab y Antoun Taalab; los islamistas, en su mayoría chechenos (por tanto extranjeros), entraron gritando "Allahu Akbar" (Alá es más Grande) y derribaron la puerta de la casa de Sarkis, quien junto a Mikhale y Antoun hicieron su profesión de fe; Sarkis exclamó "Soy cristiano y si queréis matarme por eso, hacedlo"; la hermana de Antoun logró salvarse y recuperar los cadáveres, y fue acompañada por cientos de greco-católicos en la catedral de Damasco. La Iglesia ha pedido la canonización de estos mártires.
El 28 de octubre el Ejército sirio retomó la ciudad, pero el 3 de diciembre los islamistas tomaron de nuevo la ciudad, secuestrando 12 monjas sirias y libanesas del Convento de Mar Taqla, que se llevaron a Yabrud como escudos humanos.
La respuesta de Europa ha sido de indiferencia e insolidaridad para con los refugiados; Jordania y Turquía, países musulmanes, han recibido más cristianos sirios que la "civilizada" Europa que se cierra más a sus hermanos de historia y de fe.
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