El 30 de noviembre (2012), en una iglesia católica de Chak Jhumra, diócesis de Faisalabad, en Punjab, a punta de piedras, un joven musulmán, destruyó una estatua de la Virgen María, provocado el horror, el miedo, la consternación y la ansiedad en la minoría cristiana de la región.
El religioso paquistaní Mushtaq Anjum, de la Orden de San Camilo, ha enviado a la Agencia Fides su reflexión sobre lo sucedido: “El autor de este último acto de violencia ha sido un joven musulmán local de 26 años”, dice. “La noticia ha tenido un mayor énfasis ya que se trata de la estatua de Nuestra Señora, una figura venerada también por los musulmanes”.
En su relato a la Agencia Fides, el religioso Camilo afirma que “para que se cumplan las leyes y se respete el orden de la sociedad, este tipo de incidentes no deben permanecer en silencio, ni los culpables sin castigo. Esta profanación ha turbado profundamente los sentimientos de la minoría cristiana. Sin embargo, este tipo de incidentes no deben detener nuestro trabajo por el diálogo. El gobierno de Pakistán debe respetar los derechos fundamentales de las minorías y proporcionar un lugar seguro donde puedan vivir como ciudadanos pakistaníes de pleno derecho”.
Fuente http://cristianosperseguidosayeryhoy.blogspot.com.es/
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