viernes, noviembre 08, 2013

Detienen la guerra tres días para erigir una estatua de Jesús Salvador


Detienen la guerra tres días para erigir una estatua de Jesús Salvador

Gobierno sirio y rebeldes acordaron no disparar para lograr colocar 

este símbolo de esperanza


Más alta que el enorme Cristo de Río de Janeiro, es la estatua de Jesús Salvador, en bronce y 
de 32 metros de altura, que fue erigida, el pasado 14 de octubre, en la legendaria montaña de
 los querubines en Saidnaya, a 20 kilómetros de Damasco en Siria. Gobierno y rebeldes
 acordaron suspender las acciones de guerra durante los tres días que llevó la erección de la 
composición escultórica llamada “He venido para salvar al mundo” que se puede ver
 perfectamente desde el Líbano, Jordania, Palestina e Israel, y es el símbolo de la esperanza
 de paz no solo en Siria, sino también en todo el Medio Oriente.

Más alta que el enorme Cristo de Río de Janeiro, es la estatua de Jesús Salvador, en bronce y
 de 32 metros de altura, que fue erigida, el pasado 14 de octubre, en la legendaria montaña de
 los querubines en Saidnaya, a 20 kilómetros de Damasco en Siria. Gobierno y rebeldes 
acordaron suspender las acciones de guerra durante los tres días que llevó la erección de la
 composición escultórica llamada “He venido para salvar al mundo”, que se puede ver 
perfectamente desde el Líbano, Jordania, Palestina e Israel, y es el símbolo de la esperanza de
 paz no sólo en Siria, sino también en todo el Medio Oriente.

La estatua fue realizada por el escultor armenio Artush Papoian, con el apoyo de la Fundación 
rusa San Pablo y San Pedro.

“El proyecto de crear tal composición escultural surgió en 2005, antes de que en Siria se 
desencadenaran los trágicos sucesos que hoy tienen lugar en el país. Fue un gran proyecto
 enfilado al restablecimiento y fortalecimiento de los lazos espirituales de Rusia con los países 
de Oriente Próximo, explicó Samir El Gabban Shakib, director de la Fundación.

“El padre de la idea, dice Shakib, fue el bienaventurado Ignacio IV, entonces Patriarca de 
Antioquía y todo Oriente.

La escultura representa la imagen de la Segunda Venida. Con las dos manos Cristo bendice y
 al propio tiempo pisotea a una serpiente –símbolo del mal. A su derecha se encuentra Adán y
 a la izquierda Eva con la cabeza inclinada.

Con respecto al lugar elegido, explicó el director de la fundación en una entrevista con ‘La voz 
de Rusia’, fue el propio Patriarca de Antioquía quien escogió la montaña de los querubines. 
Los querubines son un símbolo del Antiguo Testamento, que se utiliza en el cristianismo y se
 acepta como lugar sagrado por los musulmanes.

El trabajo en el proyecto original duró ocho años y contó con la participación del clero de Siria, 
teólogos del monasterio de la Santísima Trinidad de Rusia y el escultor de Armenia.

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