Rafique Masih, cristiano pakistaní, se gana la
vida trabajando en el horno de una empresa de ladrillos Al-Ghani Bricks Company,
en Sahiwal, Punjab (Pakistán), para alimentar así a su mujer y sus siete
hijos. Cuando su primera hija nació hace ya 12 años, le puso de nombre Muqadas
Kainat, que significa “Universo Santo”.
El 14 de agosto Pakistán celebraba el “Día de
la Independencia”. Muqadas Kainat fue a hacer sus necesidades a los campos
cercanos a su domicilio, donde fue violada y asesinada.
Acompañado de su esposa, Rafique Masih se
hallaba en el hospital de la ciudad de Sahiwal, donde acudió debido a un
problema con su apéndice. Hasta allí acudió su hermano, Arshad Masih, para
informarle de que su hija no había regresado a casa desde la mañana de ese día.
Rafique Masih corrió a su casa y buscó a
Muqabas Kainat en el área de la compañía de ladrillo, así como en casas de sus
vecinos, pero no halló rastro de la menor. Solo hasta al día siguiente (15 de
agosto), el secretario de la empresa musulmana del ladrillo recibió una llamada
anónima en su teléfono móvil donde se le informaba que Muqadas se hallaba en un
campo cercano.
Rafique Masih, junto con algunos vecinos,
buscaron en los campos cercanos a la empresa y encontraron el cuerpo sin vida de
su hija. Tras la autopsia realizada, se supo que la niña fue violada múltiples
veces por al menos cinco hombres y luego estrangulada. Hasta el momento nadie ha
sido detenido.
Mushtaq Gill, abogado y presidente de la Ong
cristiana LEAD, lamentó la inexistencia de resultados policiales y no dudó en
apuntar a islamistas locales como los autores de la violación y asesinato de la
adolescente cristiana.
Entre tanto, la comunidad cristiana vive
conmocionada por el trágico suceso y teme que, como tantos otros que en Pakistán
tienen como víctimas a niñas de confesión cristiana, quede finalmente impune.
Sin embargo cuando son los cristianos los que cometen aunque sea una cosa leve
contra un musulmán, este tiene como escusa la "ley contra la blasfemia" para
destruirle la vida al cristiano y a toda su familia. No escatiman en daños aún
si se trata de una niña, como en el caso de Rimsha Masih (quien no tiene nada
que ver con esta familia), la niña cristiana que podría ser ejecutada porque
supuestamente quemó páginas de un libro escolar que contenía palabras del corán.
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