Con profunda preocupación y dolor he recibido la noticia de que, por disposición de la Ministra de Salud, Dra. Carina Vance, el Director del Hospital Regional “Vicente Corral Moscoso”, en días pasados, haya ejecutado la orden de retirar las imágenes religiosas de Cristo y María de los pasillos y demás departamentos de la Institución... se procedió a quitar la Capilla del mismo lugar sin tener en cuenta su historia y, sobre todo, las convicciones religiosas del personal que labora en el hospital y de los pacientes que llegan a diario a él y esperan contar también con un espacio físico donde orar y celebrar el regalo de la vida y de la salud.
De dolor, porque no se ha tenido en cuenta la sensibilidad religiosa de nuestro pueblo, mayoritariamente católico, y su derecho a profesar su fe en los momentos más difíciles de su vida, como cuando debe afrontar los límites de la enfermedad y de la muerte. En estas circunstancias, si bien la ciencia médica puede aliviar y hasta eliminar el dolor, no es menos cierto que, desde la fe, es mucho más fácil encontrar la serenidad, la fortaleza y la esperanza para seguir viviendo o dar un sentido digno a la muerte, como ya lo hemos experimentado los que hemos despedido a un familiar, a un amigo o a un conocido o no.
De no regresar las imágenes a sus lugares originales, los católicos estaríamos siendo discriminados de los espacios públicos por nuestras convicciones religiosas y tratados injustamente en una Ciudad que se precia de respetar la diversidad cultural y religiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario