Vuelve a azotar la violencia a un país del centro de África, concretamente a la República Centroafricana. Fue el pasado 1 de mayo cuando al menos 16 personas -entre ellas un sacerdote católico- fueron asesinadas en un asalto armado por motivo étnico-religioso en Bangui, capital del país.
La tragedia sucedió durante la celebración de la Santa Misa en la parroquia de “Nuestra Señora de Fátima”, donde se habían congregado un centenar de fieles para celebrar la fraternidad de San José. De manera imprevista unos hombres armados interrumpieron la ceremonia comenzando a lanzar granadas. Según la prensa local, se contaron al menos 9 muertos y decenas de heridos, pero el balance de las víctimas hasta el momento era provisional.
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