miércoles, mayo 22, 2013

Sudan

"Mons. Tabán denunciaba, la situación por la que estaba pasando la población del sur de Sudán, oprimida y masacrada por el Ejército sudanés, que buscaba a toda costa la islamización de todo el país, al tiempo que abogaba incansablemente por la necesidad de crear vínculos de paz, integración y reconciliación entre los sudaneses.

Ordenado sacerdote en 1964, Paride Tabán fue nombrado obispo auxiliar de Yuba (capital del país) en 1.980. Tres años después, Juan Pablo II lo ponía al frente de la recién creada diócesis de Torit (Ecuatoria Oriental), un pequeño territorio en Sudán del Sur en el que la gente estaba obligada a huir constantemente a causa de los bombardeos y de la persecución del Ejército sudanés. A ella dedicará las mayores energías de su ministerio episcopal. Durante mucho tiempo vivió como obispo "nómada", sin casa propia, huyendo de un poblado a otro para escapar de las bombas y acompañar a su pueblo en un continuo éxodo en busca de un lugar de paz.

En febrero de 2.004, cuando contaba 68 años, presenta su renuncia como obispo de Torit, renuncia que le fue aceptada por Juan Pablo II, y se retira a las orillas del río Kurón, una zona llena de colinas en la región meridional de Sudán, cerca de la frontera con Etiopía. Desde entonces se dedica en cuerpo y alma a hacer realidad un sueño que venía alimentando desde hacía años: el "Poblado de la Paz", con la intención de convertirlo en un lugar de esperanza, de paz y de reconciliación.
Para llevar a cabo este proyecto, el obispo se rodeó de personas capacitadas profesionalmente procedentes de diferentes etnias, un equipo humano que hoy es pieza fundamental en ese proyecto de construir un Sudán más fraterno y reconciliado. No han estado exentos de dificultades, pero los frutos se están viendo desde hace ya algún tiempo. Grupos que antes eran enemigos, ahora han logrado superar las barreras del pasado y vivir juntos en armonía.

Fuente: http://www.solidaridad.net/ 

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